Las ciudades, como los seres humanos, tienen fisonomía y espíritu, características que generalmente identifican a quienes crecen en ellas marcándolos con un parecido entre sí o un aire familiar, de manera similar a lo que ocurre entre hermanos. La fisonomía de la ciudad de León, Nicaragua, es una mezcla de las culturas española e indígena que le dieron origen. Su espíritu, reconocido como valiente y leal, ha ido formándose lentamente a lo largo de los años por los hombres y mujeres —de todos los estratos sociales— que la han habitado. Cada uno de ellos contribuyendo con su comportamiento a cimentar el valor moral de la comunidad leonesa. A ellos les dedico este homenaje. Muy a mi pesar, esto no es más que un sencillo homenaje virtual a unos cuantos valiosos ciudadanos leoneses, cuando en realidad hay más, muchos más. Esta galería intenta observar un orden cronológico en lo que a acontecimientos históricos se refiere, pero no en el orden en el que se presentan los homenajeados. Gina Sacasa-Ross
20 de noviembre de 2023
Desde ese momento, la Virgen María brinda su protección de madre a los primeros leoneses; para no separarse jamás de su lado. Y, demostrándoles que quien ama es solidario, al ser la ciudad abatida por la desgracia los acompaña hasta encontrar el lugar seguro.
Amor y misericordia incondicional de parte de nuestra madre celestial; empatía y calidez de parte de nuestros hermanos indigenas, cuatro buenos ejemplos que desde aquella época han influido en el valeroso espíritu leones.
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