Friday, March 27, 2020

ESCRIBIR ES MEDICINAL



                 
Hace 22 años fui diagnosticada con distrofia muscular, una condición genética que gradualmente va debilitando los músculos del cuerpo hasta inutilizarlos. En esa situación son pocas las actividades que una persona puede llevar a cabo y por consecuencia, también son pocas las distracciones disponibles para entretener la dureza de la vida diaria. Yo estoy ahí, yo tengo autoridad para hablar de eso. Y voy a hacerlo más adelante.  Primero, quiero contarles como la pasión por trabajar la palabra escrita me ha ayudado a sobrellevar la desesperación de pasar la mayor parte de mi tiempo clavada en una silla de ruedas.
Yo nací en el seno de una familia de escritores. Mi padre y sus hermanos fueron poetas. Los hermanos de mi madre, también. Según me cuentan, yo hice mi primer poema antes de los cinco años  de edad. Nosotros vivíamos en León de Nicaragua y el Cerro  Negro estaba en erupción, sus retumbos aterrorizaban a la población y una lluvia de arena amenazaba con aplastarnos. Yo reaccioné ante el horror amonestando al gigante: 'Cerro bandido, que nos asustas con tu rugido/ ¿No te da pena arrojar tanta arena?' decía aquel mi primer poema.
A los 17 años, escribí una novela, 'Vida Colegial' que narraba las experiencias vividas por cuatro muchachas nicaragüenses que seguían sus estudios secundarios (High School) en un colegio de monjas en Nueva Orleans, Estados Unidos. Relatos de juventud, de vidas que comienzan, de quimeras, de ilusiones. En ese entonces, escribía a mano y con lápiz pues para hacer cambios había que poder borrar lo escrito anteriormente. Recuerdo los huecos en el papel a causa de tanto borrar los nombres de los muchachos que le iban gustando a cada protagonista, que por 'casualidad' correspondían a los nombres de los muchachos que nos iban gustando a mis amiguitas y a mí.
Esa novela juvenil quedó engavetada cuando conocí al 'príncipe de mis sueños', me casé con él, formamos una familia y fuimos felices muchos años.
Durante un buen tiempo la novedad de emprender el rol de persona adulta, y las responsabilidades implicadas en llevar un hogar,  me mantuvieron alejada de la escritura, pero a medida que en mi vida se desvanecían las nubes rosadas fui descubriendo ciertas desigualdades, ciertas injusticias, ciertos desencantos…que me hicieron volver a escribir.
Esta vez, y, adelantándome a la tendencia popularizada hoy en día por el sistema Kindle Direct Publishing, publiqué mi primer libro, '8 caras de Nicaragua' de manera independiente. Era una colección de ocho cuentos cortos; cada uno de ellos narraba  una anécdota identificable a una situación actual de la Nicaragua de los 70. Mi propósito, como expliqué en el prólogo era publicar 8 caras anualmente y que su lectura planteara a mis lectores una reflexión.
Sin embargo, ese mi propósito no me fue posible porque la revolución sandinista que luchaba para derrocar a Anastasio Somoza hijo, tomó auge y triunfó en 1979.  Después vino la guerra civil que nos hizo huir de Nicaragua para encontrar refugio en los Estados Unidos.
Mi vida sufre un vuelco. De pronto me convierto en exiliada. Además, mi matrimonio se derrumba. Recurro a mi vocación para complementar mis ingresos. En Miami, Florida escribo una columna social en La Prensa Centroamericana y en el Diario Las Américas. ¡Asi de salvador puede ser el amor a escribir!
Hoy, mi vocación de escritora me rescata del tedio y la angustia en las que, como les platicaba anteriormente, me ha sumido la distrofia muscular, y paso las horas de mis días escribiendo en cuentos cortos trozos de mis recuerdos. Asi, poco a poco empecé el bosquejo de un libro de mis memorias…un proyecto que me acompañó por años, un proyecto que yo acaricié con ternura, que se volvió mi fiel compañía y a veces, muchas veces, mi paño de lágrimas.
Hasta que juzgué que mi libro estaba preparado para encarar el mundo y me tocó buscarle un lugar adecuado para que así lo hiciera.
Gracias a Amazon encontré la plataforma perfecta, ¡Kindle Direct Publishing! y pude compartir con mis hijos, mis nietos, mis familiares, mis compatriotas, mis amigos y el público en general, parte de mis memorias recopiladas en mi libro Ahora que vuelvo, madre.

Ahora que vuelvo, madre vio la luz pública en Amazon. Ahí los espera para contarles anécdotas acaecidas en Nicaragua entre los años cuarenta del siglo XX  al año 2015 del presente siglo, alusivas al transcurrir de la vida cotidiana en medio de contradicciones sociales, culturales y económicas, antes y después de 1979 algunas de ellas específicamente en León, mi ciudad natal.
¡Gracias, Amazon Kindle Direct Publishing!

"HOMBRES Y MUJERES QUE HAN CREADO EL VALEROSO ESPÍRITU LEONÉS" --TERCERA ENTREGA.

 Las ciudades, como los seres humanos, tienen fisonomía y espíritu, características que generalmente identifican a quienes crecen en ellas m...